El facility management se basa principalmente en la recopilación, el almacenamiento, la generación, la actualización y el intercambio de documentos relacionados con la historia del edificio (gráficos, fichas de datos, manuales de usuario, documentos de garantía, informes, proyectos, etc.).
Por lo tanto, tener un cuadro informativo completo de un edificio es fundamental para garantizar su correcta gestión y mantenimiento a lo largo del tiempo.
Existen procesos y métodos que facilitan el conocimiento del edificio y la gestión de instalaciones, como el Building Information Modeling (BIM).
El BIM 7D es un enfoque único en el que todo lo relacionado con el proceso de gestión de la estructura se recoge dentro de un único modelo de información del edificio.
La séptima dimensión del BIM asocia al modelo 3D las informaciones indispensables para el mantenimiento y la gestión del bien y simplifica todas las actividades (ordinarias y extraordinarias) a cumplir en el arco de todo el ciclo de vida del activo.
De hecho, el modelo BIM es el gemelo digital del real, su fiel representación virtual y recopila toda la información de cada elemento del edificio existente.
Por lo tanto, también se convierte en una importante herramienta de simulación y programación que se puede utilizar para organizar mejor el mantenimiento de un activo.
Este enfoque permite simplificar las actividades ordinarias (como la búsqueda de información, la inspección, la preparación de los documentos), para garantizar un conocimiento más detallado de la consistencia del activo, identificando cualquier problema, haciendo más eficiente tanto el comportamiento del edificio como su rendimiento.
En resumen, las ventajas del BIM no terminan con el diseño sino que existen numerosos beneficios incluso en la fase de gestión de un activo:
- mejor comunicación entre las partes interesadas, evitando malentendidos y errores de planificación;
- programas de mantenimiento más precisos y completos gracias a la información contenida en el modelo BIM;
- información más fiable para los contratistas;
- proceso de mantenimiento simplificado para contratistas y subcontratistas;
- decisiones e inversiones más cocientes;
- análisis costes-beneficios para aumentar los ahorros y minimizar los gastos;
- centralidad del dato y de la información relativa a todos los aspectos útiles del activo;
- optimización del rendimiento del activo a lo largo de su ciclo de vida;
- optimización de procesos (desde el diseño hasta la demolición).
Podríamos decir que actualmente el BIM es indispensable para el facility management porque apoya y facilita toda la fase de toma de decisiones y ayuda a optimizar los recursos, la colaboración y el conocimiento del edificio en todo su ciclo de vida.